Como es habitual que ocurra cada 11 de agosto, el del año 2007 fue un día caluroso. Cayó en sábado y por la tarde estaba convocado el pleno del Parlamento que iba a investir a Miguel Sanz presidente del Gobierno de Navarra por cuarta y última vez. Se cerraban de este modo dos meses y medio de negociaciones en las que el cambio político se hubiera dado de no interferir la dirección federal del PSOE para abortarlo.
Fue el colofón a un verano especialmente intenso de actividad política solo parcialmente detenida durante los Sanfermines. Para entender el tablero político de aquel 2007 hay que tener en cuenta varias consideraciones. A las elecciones se llegó tras cuatro años de la única mayoría absoluta que ha habido en la Comunidad Foral, que provocó que UPN-PP (23 escaños) y CDN (4 ) aplicaran el rodillo y causaran el hartazgo en PSN (11), IUN (4), Aralar (4) y EA-PNV (4). Cuatro fuerzas que compartían la oposición ante la ausencia de la ilegalizada Batasuna. Pero para entonces, algunas cosas empezaban a cambiar. La exitosa irrupción de Nafarroa Bai coalición integrada por Aralar, EA, PNV, Batzarre e independientes con Uxue Barkos a la cabeza en las elecciones generales de 2004 hizo que esta sigla tuviera continuidad en los comicios forales de 2007. Y volvió a hacerlo con éxito incuestionable. Logró 12 escaños, los mismos que el PSN, al que aventajó en casi cuatro mil votos. Sumados a los dos de IUN, las tres candidaturas tenían mayoría absoluta frente a los 22 escaños de UPN-PP y los 2 de CDN.
Nabai ofrece la presidencia
Desde la misma noche electoral, quedó clara la posibilidad de un cambio político que precipitara el final del sanzismo. La pelota estaba en el tejado de los socialistas y Nafarroa Bai decidió ponérselo fácil al ofrecerles la Presidencia del Gobierno. El contexto político, sin embargo, no era el mejor para que Madrid autorizara este ejecutivo. ETA había reventado la terminal 4 de Barajas en diciembre de 2006, y el 5 de junio de 2007 terminó por esfumar las opciones de una solución dialogada al emitir un comunicado que daba por finalizado "el alto el fuego permanente". Subrayaba que no se daban "las condiciones mínimas para seguir con un proceso de negociación".
Pese al jarro de agua fría, las conversaciones entre PSN, Nafarroa Bai e IUN frutificaron con un primer acuerdo municipal que daba las alcaldías de Burlada y Olite a los candidatos socialistas y las de Alsasua, Barañáin, Zizur y Villava a NaBai.
El 1 de agosto de 2007, el PSN anunció que aceptaba formar Gobierno con Nafarroa Bai e IUN
Del pacto quedaba excluida cualquier posibilidad de entendimiento con ANV, la marca con la que Batasuna había conseguido concurrir en algunas localidades, incluida Pamplona, pero no al Parlamento foral. Sólo cuatro días después de la constitución de los ayuntamientos, arrancaba el Parlamento y el PSN se plegó a la estrategia de UPN al aceptar sus votos para poner en la Presidencia de la Cámara a Elena Torres. Otro palo en la rueda, que tampoco impidió que días después los tres actores llamados a protagonizar el cambio retomaran las conversaciones.
Solo dos días después todo se vino abajo: Ferraz no autorizó el acuerdo y Puras dimitió
Tras unas larguísimas negociaciones, el 1 de agosto, el PSN anunció que aceptaba formar gobierno con NaBai e IUN. Solo dos días después todo se vino abajo. Ferraz no autorizó el acuerdo y de los 12 miembros del grupo parlamentario del PSN, solo quien iba a ser el próximo presidente de Navarra, Fernando Puras, dimitió. Con el camino expedito hacia la reelección, en menos de una semana Sanz reeditó el Gobierno con CDN y salió reelegido la calurosa tarde del sábado 11 de agosto con media Navarra en fiestas, Pamplona semivacía y varias decenas de personas concentradas delante del Parlamento al grito de "En Navarra tú decides", el eslogan que paradójicamente había elegido el PSN para aquella campaña. El agostazo pasaba a formar parte de la historia de la Comunidad Foral.
