En estos tiempos convulsos y veloces en los que vivimos siempre es una alegría poder parar un poco y felicitar a quién va creando poso a lo largo de los años. Al trabajo duradero de muchos y muchas profesionales que van construyendo paso a paso un producto que ya forma parte del imaginario colectivo de estas lindes que van desde Bera hasta Cortes y a la que llamamos Navarra. Por ello, no puedo sino felicitar a todo el equipo profesional que conforma el ‘Noticias’ por estos treinta años de andadura y por extensión a todos los y las periodistas, técnicos, comerciales, publicistas, trabajadores de rotativa, repartidores y demás fauna periodística que han formado parte de este proyecto desde que vio la luz en abril de 1994. Soy la responsable de Juventud en el Gobierno de Navarra y todavía sois jóvenes, solo tenéis treinta, todavía podéis optar al EmanZipa y estoy segura que son solo los primeros treinta de otros muchos más comprometidos con el progreso y la mejora de la vida de la gente de nuestra comunidad.

Trabajo y he trabajado con varios periodistas y de ellos y ellas he aprendido la sorna de ese axioma periodístico que soléis utilizar en el gremio que dice “no permitas que la realidad te estropee un buen titular”. Bromas aparte, no ha sido mi caso durante mi vida pública en donde me he sentido bien tratada tanto por parte de los profesionales de DIARIO DE NOTICIAS como de la inmensísima mayoría de los medios de comunicación de nuestra tierra. Y puestas a hablar de axiomas, me siento mucho más identificada con ese otro que soléis utilizar y cada día es más necesario en medio de la volatibilidad, la inmediatez y esa loca necesidad de dar las primicias a costa de la necesaria reflexión y análisis que precisan las cosas. Es ese que dice que vuestra labor no es dar el micrófono a quién dice que llueve y dar el micrófono a continuación a quien dice que no llueve; vuestra labor es abrir la ventana y ver si llueve o no llueve.

Y hago esta reflexión porque vosotros y vosotras sois tan conscientes como yo del tremendo problema que existe hoy en día en la conformación de la opinión pública, en donde activistas de la extrema derecha disfrazados de periodistas están tratando de asestar puñaladas mortales a vuestra profesión. No permitáis el intrusismo en aras de un falso corporativismo, antes de que el daño que hagan a vuestra honorable profesión sea un daño irreparable. El médico que no cura, el arquitecto que deja caer las casas y el abogado que condena a sus clientes son expulsados de su profesión. Haced lo mismo con quienes utilizan ese mejor oficio del mundo, que decía Gabriel García Márquez, para defender intereses maquiavélicos que nada tienen que ver con los códigos deontológicos básicos de vuestra profesión.

Una comunidad no avanza sin la existencia de unos medios de comunicación libres y veraces. No solo recopiláis fríamente datos y tratáis de describir la realidad sino que además tenéis la misión de pasar estos datos y esta realidad al conocimiento. La misión de provocar cambios, inducir reacciones, romper inercias, despertar mentes y abrir caminos en la sociedad de la que formáis parte y a la que os debéis en un ejercicio de responsabilidad social en pos del progreso y bienestar común. Y todo esto casa perfectamente con la libertad de cada medio de mantener una línea editorial acorde con sus principios fundacionales.

Treinta años no son nada. Habéis sido testigos privilegiados de la evolución y los cambios de nuestra sociedad navarra. Habéis formado parte de esa evolución y esos cambios y cualquier tiempo pasado no fue mejor. Estoy convencida que aún con todos los problemas que tenemos encima de la mesa hemos ido a mejor y aún iremos a mejor. Y también estoy convencida que será con vuestra compañía. Reiterar mi más sincera enhorabuena a DIARIO DE NOTICIAS, mi agradecimiento al trato que me han dispensado y me dispensan sus profesionales a pesar de estar ahora en el otro lado de la barricada y poder ser fruto de legítimas críticas y permitidme que acabe estas líneas con las palabras que Ryszard Kapuscinski dedicó al periodismo y que deberían se extensivas a muchas otras actividades, entre ella la política; “Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser un buen hombre o una buena mujer; buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas”. Zorionak.