5 minutos. Eso es lo que tardó Oihan Pascual Botxi en marcar en su debut con el primer equipo del Itaroa Huarte ante Oberena. Un sábado distinto, el pasado, que empezó con un: “Botxi estás convocado con el primer equipo” y que acabó con un: “¡Qué golazo Botxi, que animal!”.

Una semana de entrenamientos normal, como todas, con su equipo, el Itaroa Huarte B de Regional Preferente. Pero el viernes 12 de abril la cosa cambió. Su entrenador, Alberto Artigas, al término del entrenamiento le comunicó que ese fin de semana iría convocado con el primer equipo. Un Huarte en horas bajas, con hasta 14 ausencias, nada más y nada menos. Y como ya acostumbraba a hacer Pedro Sánchez, míster del Tercera RFEF, volvió a mirar para abajo, tirando una vez más de la cantera. Una cita a la que fueron convocados hasta 7 jugadores con ficha del filial o juvenil. Aimar Luna y Urko Elso, del Liga Nacional, y Aimar Aznar, Josu Moreno, Álvaro Floristán, Iker Oroz y debutando en una convocatoria con el primer equipo, Oihan Pascual, del filial. “Con Pep sabía que tenía la oportunidad de debutar ya que suele hacer que la gente joven debute, pero al estar calentando en el minuto 75 Álvaro y yo, y solo podía entrar uno de los dos, no lo tenía claro”, rememora Oihan.

Una vez llegado el día, Botxi, como le llaman sus amigos y compañeros, partió desde el banquillo, viendo pasar los minutos con el equipo por debajo en el marcador. Txintxe igualó a la media hora de partido y ya en la segunda parte, un Huarte necesitado de los tres puntos para seguir en play off, optó por dar entrada a jugadores de la cantera. Fue en el minuto 84 cuando Oihan tuvo sus primeros minutos con el primer equipo. “La verdad, yo no creía que podía debutar, ya que no he entrenado con el Tercera en mi vida, pero sabía que llevaba haciendo buena temporada y pensaba que quizás tenía alguna mínima oportunidad y por suerte se dio”, comenta el protagonista. Pepo, a pesar de la nula participación de Oihan con el primer equipo en la temporada, no lo dudó. “El partido estaba muy igualado y queríamos sumar de tres y estábamos convencidos de que nos iba aportar verticalidad, trabajo, y para mayor ilusión nos aportó el gol que nos daba los tres puntos”, desvela el míster. 5 minutos de tanteo, y Oihan no se lo pensó dos veces, pese a que sabía que tendría pocas ocasiones. “Marcar lo veía muy difícil, casi imposible. Yo lo único que tenía claro es que iba a luchar todos los balones como el último”, agrega el goleador.

Y así fue. En el minuto 89, tras una disputa del Txintxe dentro del área, el balón se elevó sobre el césped de Oberena, y sin dar oportunidad al despeje, Oihan enganchó un sensacional voleón que atravesó la portería defendida por Cárdenas. Un gol que dejó incrédulo al propio jugador, que no sabía cómo reaccionar. “No sabía ni que hacer ni cómo decir, lo único que me salió fue gritar y abrazar al primero que tenía delante y ya vinieron los veteranos del equipo que me llevaron hasta el córner para celebrar en condiciones”, comenta entre risas Oihan. Un tanto que desató la euforia entre sus compañeros, cuerpo técnico y espectadores. “Tras el gol, miré al banquillo, y vi a mis compañeros del Preferente dándome la enhorabuena con las manos en la cabeza, me sentí muy feliz”, desvela. Los azulones tuvieron que aguantar las embestidas de Oberena en el tiempo de descuento, pero por suerte para los visitantes, aguantaron y pudieron celebrar tres puntos muy importantes. Tras el pitido final, todos los componentes de la plantilla se dirigieron directamente a felicitar al goleador y debutante de la tarde, un Oihan que todavía no asimilaba lo ocurrido. “En los vestuarios seguían los compañeros dándome las gracias, pero yo seguía pensando que era un gol más, pero pensándolo bien seguramente sería mi gol más importante en lo que llevo jugando al fútbol y además un golazo, no se puede pedir más”, se sincera. Fue el broche a un partido excelente, que permite a los cebolleros seguir peleando por un puesto en los puestos de play off de ascenso a Segunda RFEF. Además, con un Botxi más feliz que nunca. “Dije este que iba a ser mi último jugando al fútbol, pero ya que este año no me he lesionado, estoy rindiendo muy bien, y más después de esto, quizás habrá que darle otra oportunidad al fútbol”, finaliza. Un gol que significa algo más que eso para un Oihan feliz y un Huarte más todavía.