Hace casi ya mil años que los habitantes de la ciudad del Zidacos rinden homenaje a la Virgen de Ujué, caminando hasta su guarida como signo de penitencia y devoción. Muchas son las lluvias que han caído desde que, en 1043, ante una Tafalla sitiada por los musulmanes, el ejercito navarro venció la contienda por su liberación. He ahí el origen de la romería que, con el paso de los siglos, se ha ido adaptando a una costumbre arraigada y adecuada a la ciudadanía, tanto creyente como atea.

Y es que es innegable que, bien por fe o por pasar el día, habitantes de varios pueblos de la Zona Media acuden en masa cada año a la gran atalaya navarra. Al igual que Tafalla; vecinos y vecinas de Santacara, Murillo el Fruto, Beire, Pitillas o Carcastillo se movilizan para visitar Ujué el primer domingo después de San Marcos. Este año la Virgen escuchó las plegarias, o simplemente hubo suerte, ya que la jornada transcurrió bajo un bonito día soleado que se contrapuso a las fuertes lluvias de víspera.

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FOTOGALERÍA| La Zona Media peregrina a Ujué Endika Iriso

Anteponiéndose a los primeros rayos de luz, a las 05:30 salía la marcha de romeros de la Iglesia de Santa María de Tafalla. Para las 7:30 coronaban San Martín, parada obligatoria para coger fuerzas y reposar los pies. Un bocado entre panes, trago a la cantimplora o a la bota, y aurrera.

Con el cielo despejado y el astro mayor haciendo honor a su nombre, a las 09:00 arrancaba la marcha de los pueblos desde la Cruz del Saludo hacia la Iglesia Santa María de Uxue. Cruces, ramos, túnicas y cantos. La cabecera de Murillo, en vanguardia, animaba entre risas a su vecindario a afinar voces y oídos, “para ver si conseguimos cantar mejor que los de Tafalla”. No lo hicieron mal, puede que el año que viene lo consigan. 

Casi una hora más tarde partían desde la cruz los tafalleses. Alfredo Ansa se adelantaba al buen ritmo de la masa para preparar la cámara que retransmitiría la misa en directo desde el perfil de Facebook de los Auroros, para hacer llegar la ceremonia a quien ya no puede llegar hasta ella. Internet, al igual que Dios, está en todas partes.

A la entrada de Uxue, esperaban el alcalde y concejales junto a Fermín Macías, párroco de Tafalla, que intercambiaría metros más tarde su capa con la de Javier Ecay, párroco de Uxue. El mismo gesto harían Rubén Sánchez y Xabier Alcuaz, alcaldes de Ujué y Tafalla. De ahí en adelante; misa, ruegos, vivas a la Virgen, comidas y potes… No faltarían las migas, las costillas o las almendras; bendiciones que, sin disputa, hasta el más agnóstico disfruta.

El gentío se repartió por las callejuelas y aledaños de la Fortaleza hasta que con la bajada del sol fueron volviendo a sus casas. Esperemos, por tanto, que las demandas de quienes oraron sean escuchadas, y que el rígido asfalto no castigue mucho sus pies. Datorren urtera arte!