El antiguo convento de Agustinas de Aranzadi se está deteriorando a marchas forzadas y es un foco de insalubridad por la basura acumulada.
En 2020, el Colegio Oficial de Arquitectos ya advirtió que “Resulta contradictorio que una obra así, con una calidad arquitectónica reconocida, se encuentre abandonada a su suerte y deteriorada cada vez más”, e hizo un llamamiento para evitar un mal mayor: “Puede llegar un momento de no retorno, en el que el deterioro sea tan grande que haya que darla por perdida… No podemos permitirlo. La ciudad se lo merece..., en ocasiones en las que el bien está en peligro, como en esta ocasión, no hay más remedio que intervenir y rehabilitar.”
Al mismo tiempo, hay alrededor de 100 personas que viven y duermen en la calle, 150 si el 20 de mayo se cierra el albergue de González Tablas, a las que hay que añadir alrededor de 20 familias sin hogar, con menores, que están siendo alojadas en hostales y pensiones por el Ayuntamiento.
El antiguo convento es propiedad del Ayuntamiento de Pamplona. Al Gobierno de Navarra le corresponde garantizar el alojamiento y la manutención de las personas en situación de exclusión social y residencial grave según la Cartera de Servicios Sociales. Ambos tienen una excelente oportunidad para resolver dos problemas a la vez si llegan a un acuerdo mediante el cual el Ayuntamiento cede el uso del antiguo convento al Gobierno y éste lo rehabilita y remodela para proporcionar alojamiento y manutención a las personas sin hogar como lugar de tránsito hacia una vivienda, hacia un verdadero hogar.
De esta forma, se rehabilitaría y conservaría un edificio con una calidad arquitectónica reconocida y se le daría un uso de indudable utilidad pública y social, actuación que podría completarse con la rehabilitación del antiguo Instituto Pedagógico situado también en Aranzadi e igualmente abandonado.
Entretanto, habría que habilitar recursos habitacionales y comedores provisionales para las personas y familias que se encuentran en situación de calle.
*Asociación Apoyo Mutuo
