Dos jóvenes de apenas 20 años, los supuestos cabecillas de una banda juvenil violenta, Los Crips, que se encontraba en estado embrionario, han alcanzado esta mañana un acuerdo penal en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra por el que han sido condenados a tres años de prisión por detención ilegal y a 18 meses por un delito de robo con violencia e intimidación después de haber amedrentado a tres menores de 14 años en el centro de Pamplona, llevárselos durante dos horas a un lugar escondido del Casco Viejo y robarles los móviles y lo que llevaban encima.

Era un domingo de febrero a las 19.30 horas en el paseo Sarasate y los dos acusados, que han reconocido los hechos, actuaron junto a siete menores que serán juzgados próximamente. A los procesados mayores de edad se les ha condenado hoy penalmente después de que les estimaran las atenuantes de toxicomanía y de reparación del daño, al haber depositado 1.800 euros para reparar el daño causado.

Sin embargo, la vista oral se ha celebrado porque la Fiscalía estima que el daño a los menores debe ser indemnizado con 3.000 euros a cada uno de ellos y la acusación particular eleva dicha petición hasta los 6.000 euros. Los dos condenados estuvieron en prisión provisional durante más de cuatro meses. En la ejecución de sentencia, se reclamará la suspensión de la pena debido a que los dos procesados se encuentran en tratamiento para rehabilitarse.

"Solo con chasquear un dedo puedo hacer que os peguen"

En el escrito de acusación se expone que los acusados, uno de los cuales tenía antecedentes penales, estaban acompañados de un grupo de siete menores de edad, sobre las 19.00 horas del 12 de febrero de 2023, en el paseo Sarasate. Los rodearon y les dijeron dijeron, “venir con nosotros y seguirnos”, a la vez que uno de los condenados les decía “soy el jefe Mayor de los Crips, tengo 25 menores a mi cargo y solo con chasquear puedo hacer que os peguen”. Los menores, que han declarado hoy en la vista oral y han manifestado que sintieron gran miedo y que ese sentimiento de miedo continúa a día de hoy porque pensaban que les iban a matar, se sintieron seriamente intimidados y les siguieron.

Los acusados y el grupo los condujeron, con empujones, obligándoles a seguirlos, llegando a exhibir una navaja, diciéndoles “si se os va la olla os la clavo”, haciendo que los tres menores víctimas fueran cabizbajos, recorriendo todos distintas calles de la ciudad hasta llegar a una zona poco iluminada, cercana al portal de Francia. En este lugar los acusados tras decirles “que o bien se pegaban dos contra dos o les entregaban lo que llevasen”, consiguieron que un menor les entregase unos cascos inalámbricos y 3,50 euros, otro les dio unos cascos inalámbricos iphone y otros con cable, y el tercero les entregó los cascos y dinero (4,20 euros). Además, fueron cacheados para comprobar que les habían entregado todo.

Momentos después rodeados por el grupo, volvieron a desandar el recorrido inicial hasta llegar a la calle Mercaderes y les obligaron a sentarse en un banco bajo la advertencia de que ahora podían llegar los más peligrosos. Se quedaron con el teléfono de uno de ellos y devolvieron los otros dos y les dijeron que se fueran antes de que viniese el resto de la banda. Estuvieron retenidos contra su voluntad y con temor alrededor de una hora y media. El día 15 de abril, recibió un audio de uno de los menores amenazándole y diciéndole que iba a ir a por él. Los acusados fueron detenidos el 23 de abril.